Dejé tu barra de labios, y con ella un par de años, de quererte por las tardes, de mañanas sin llamarte. Tú me enseñas que, se puede querer, lo que no ves.
sábado, 3 de septiembre de 2011
No son más que zombies que atacan mi corazón, que aceleran mi pulsación, que hacen que te quiera a la fuerza, que se meten en cada uno de los recovecos de mi cuerpo para que me acuerde cada segundo de tu existencia, de lo asquerosamente imperfecto que eres, de la perfección de tus defectos, de los hoyuelos que se dibujan en tu cara cuando sonríes.. Que por más que intento pensar que son zombies, se que son mariposas, que me duelen, me queman, ¡y quiero abrir su jaula y dejarlas escapar de una maldita vez!
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