Dejé tu barra de labios, y con ella un par de años, de quererte por las tardes, de mañanas sin llamarte. Tú me enseñas que, se puede querer, lo que no ves.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Dejarse llevar, suena demasiado bien. Jugar al azar, nunca saber donde puedes terminar.. o empezar. Un instante mientras los turistas se van, un tren de madrugada consiguió trazar la frontera entre siempre o jamás-
No hay comentarios:
Publicar un comentario