sábado, 3 de septiembre de 2011


Ella no es más que una chica de las afueras de la ciudad, una más del montón, con muchos sueños por cumplir, quizá demasiados. Con unos ojos castaños que dejaría indiferente a cualquiera, con un carácter típico de una niña de catorce, quizás quince años. Con un pelo que, a pesar de haberlo trabajado horas y horas, se revela se libera y se enrosca ligeramente a lo largo de su recta espalda.. Le podemos llamar una, porque se hecho lo es, es una más. 


Ah, y bueno, donde hay un ella, hay un él.. qué decir de él; un chico común, uno más, de esos que ves por la calle un día si y otro también. De esos que juegan al fútbol en un equipo en el que quizás nunca ascenderán, de unos que tienen esas pestañas que una chica mataría por tener, aunque nunca nadie repare en ello. Sí, es de esos que pueden pasarse una tarde entera jugando a la Play Station, o bajándose porno por internet. Le podemos llamar uno, porque de hecho lo es, es uno más.

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