Dejé tu barra de labios, y con ella un par de años, de quererte por las tardes, de mañanas sin llamarte. Tú me enseñas que, se puede querer, lo que no ves.
domingo, 9 de octubre de 2011
Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. ¡MIERDA! Dios otra vez no.. por favor.
TE ECHO DE MENOS. ¿Sabes? Lo malo de las cosas es que sean tan buenas.
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